martes, 14 de diciembre de 2010

La Educacion es inutil y mata la creatividad.

El XIX es un siglo de libertades, pero también de disciplinas en las que nacen las instituciones de encierro que se desligan del ámbito privado y que, lejos de pretender infundir temor y mera sumisión en sus acogidos -algo característico del Antiguo Régimen-, apuestan por la nueva racionalidad que busca producir hombres útiles y “encajables” en el nuevo orden burgués que surge con la revolución industrial.

Los nuevos teóricos impondrán una violencia racional para sujetar las masas a su cargo y abogarán por la puesta a punto de la prisión moderna, por la educación y transformación del reo, por la introducción del sistema carcelario correccional y por la necesidad de llevar a la escuela el estudio del mundo penal.

Hay una voluntad unívoca, hasta muy entrado el siglo, de coordinar las políticas sociales, laborales o educativas que logren la normalización de la población y la contención de grupos propensos a revueltas o revoluciones. Y en este cometido la escuela y la cárcel son vistas como ejes fundamentales y necesarios.

El presente trabajo intenta demostrar cómo las relaciones entre el mundo escolar y el carcelario, a lo largo del siglo XIX, son más estrechas de lo que en principio y tras un análisis superficial pudiera pensarse; por qué los dos mundos se vigilan estrechamente, se respetan, se influyen y de alguna manera se complementan buscando la redención del interno mediante el estudio y el trabajo y compartiendo organización y métodos disciplinarios.

Cárcel y escuela, instituciones de reforma, castigo y sujeción social, presentan unos objetivos, en algunos casos, comunes. La escuela en su intento de modificar conductas mirará a la cárcel para copiar maneras de agrupar y disciplinar a sus internos, para aprender formas de moralizar a los encerrados y para buscar apoyos ejemplarizantes. La cárcel, a su vez, inmersa en el optimismo pedagógico de los tardoilustrados, acude a la escuela para lograr su inserción en el edificio carcelario y contar con ella en el difícil cometido de socializar y reeducar al preso una vez superado el carácter meramente punitivo de la antigua penalidad. Ambas ponen sus ojos en una institución más antigua que había acogido desde siempre grupos humanos en espacios reducidos y durante largos periodos de tiempo: la institución militar. Institución que les aportará toda una metodología disciplinaria con la que poder hacer frente a las masas de acogidos o encerrados entre sus paredes.

Las escuelas de reforma que surgen en la segunda mitad del siglo con presupuestos exiguos tras vencer todo tipo de dificultades serán el punto de encuentro entre ambos mundos para todos aquellos que, a lo largo de la centuria, buscaron con denuedo la transformación moral de los individuos acogidos en las instituciones de encierro mediante la doctrina correccionalista.

Correccionalismo que, aunque se vislumbra ya en los reformatorios creados por Carlos III en el setecientos, tendrá su puesta de largo en las últimas décadas del ochocientos gracias a la filosofía krausista importada desde Alemania por Sanz del Río y que se aplicará en nuestro país en la ciencia penal, en la educación y en la política.

A ello contribuyeron ilustres penalistas y pedagogos que lucharon desde distintos frentes para que la idea correccionalista encontrara un lugar en la abundante legislación del siglo y se abriera paso entre quienes se oponían a la moralización del joven delincuente. Hombres y mujeres como Concepción Arenal, Ramón de la Sagra, Manuel Montesinos, Rafael Salillas o Francisco Lastres -por citar sólo algunos- que lucharon sin descanso para que entre los reformadores y políticos calara la idea de la moralización del joven delincuente, de la necesidad de educarlo para lograr su reinserción social y evitar así futuras caídas en la criminalidad o en el robo.

De muchos de ellos habla este libro y a todos ellos va dedicado.

ÍNDICE:

Introducción.
- 1. Características de las instituciones de encierro decimonónicas.
- 2. Escuela y cárcel decimonónicas: origen y fines ¿comunes?.
- 3. La escuela como cárcel.
- 4. La cárcel como escuela.
- 5. Escuela y prisión: relaciones mutuas.
- 6. El correccionalismo y las escuelas de reforma: punto de encuentro entre lo penal y lo escolar.
- 7. Penalistas y legisladores ante la cuestión educativa.
- Anexos.

Documentos de Estudio: ¿Las Escuelas Matan la Creatividad?



Vía Creamos el Futuro y Matenomia
¿Las escuelas matan la creatividad?
escuelas_creatividad01.jpgEsa es la pregunta que se realiza Sir Ken Robinson*, experto en creatividad de reconocimiento mundial, en su charla en el pasado TED, un evento de gran interés que invita a los mejores oradores del mundo a hablar sobre Tecnología, Entretenimiento y Diseño. Robinson participó hace un año y se ganó el respeto de todos los asistentes al evento, primero, y de los miles de internautas que ya han visto su intervención a través de Internet después.

Lo que Ken Robinson explicó en ese TED2006 fue, básicamente, por qué bajo su opinión la mayoría de los sistemas educativos actuales cercenan la voluntad artística de los más pequeños sacrificándola en pos de una formación más profunda en materias que presumiblemente otorgarán a los pequeños competencias necesarias para encontrar un trabajo "normal". El sacrificio, según Robinson, acaba con la creatividad de los que se incorporan al sistema educativo, y sólo unos pocos, los que tienen una férrea aptitud para las artes, acaban desarrollando sus inquietudes hasta convertirlas en su medio de vida.

Algunos reseñas de su intervención:
escuelas_creatividad02.jpg- Nuestro sistema educativo fue inventado por y para la sociedad industrial, donde las cosas que nos gustaban de pequeño relacionadas con la creatividad (música, pintura, arte,...) tenían poco sentido, puesto que eran contraproducentes para ser un operario industrial.

- El sistema educativo tiene el ámbito artístico en su base, el lugar más abajo de valoración, en lugar de en su cúspide.

- La creatividad es tan importante como la lengua.

- Los niños no tienen miedo a equivocarse.

- Si no estás preparado para equivocarte, nunca podrás hacer nada original.

- En las empresas se estigmatizan los errores.
escuelas_creatividad03.jpg- Nuestro sistema educativo castiga los errores, por lo que estamos educando a gente que está fuera de sus capacidades creativas.

- Picasso dijo que los niños nacen artistas. El problema es mantenerlos como artistas al mismo tiempo que están creciendo.

- Los niños dicen “hagámoslo y aprenderemos cosas nuevas"

- ¿Por qué el ballet y la danza no deberían ser tan importantes como las matemáticas?

- Si le dices a la gente que trabajas en el mundo educativo, salen disparados. En cambio, si les preguntas sobre su propia educación, no se cansarían de hablar, ya que tiene un enorme impacto sobre todos nosotros.

- El sistema educativo pretende reproducir profesores universitarios.

escuelas_creatividad04.jpg- Para trabajar en las fábricas, no hacía falta ser músico, por lo que esto era infravalorado por el sistema educativo. Hoy en día hay que repensar el concepto de inteligencia, yendo más allá de la inteligencia académica.

- Una joven fue diagnosticada como hiperactiva, con problemas por la falta de atención, ya que ella no se concentraba en sus clases. Pero un psicólogo especialista en educación dijo que no estaba enferma, sino que era una bailarina en potencia.

- El objetivo de Robinson es detectar la inteligencia de los niños y ayudarles a hacer algo con ella.

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